Es innegable que la experiencia humana actualmente es más visual, en cierto modo, nuestra vida se desarrolla frente a la pantalla, pero a pesar de esto nuestra capacidad para hacer algo con toda esta información es más que dudosa. Hemos sido educados en el mundo de las palabras y sin embargo día a día tenemos que enfrentarnos a la visibilidad e invisibilidad de las imágenes que construyen en nosotros una forma determinada de mirar el mundo. ¿Somos libres de interpretar aquello que vemos?, ¿Tenemos herramientas para desgranar los significados de las mismas?

La escuela, hija de la imprenta siempre ha mirado con recelo a la cultura visual de masas, como mero entretenimiento o distracción y cuyo objetivo es meramente ilustrativa de las palabras a las que acompaña. ¿Tiene sentido que en pleno siglo XXI la escuela siga teniendo esa visión retrograda y poco responsable respecto a lo visual?, ¿Es posible enseñar y aprender a mirar?
Para atender correctamente a la imagen desde el punto de vista educativo no deberíamos perder de vista alguna de las características más significativas de la imagen como pueda ser la inmediatez sensual, a la que hace referencia Mirzoeff, como parte indiscutible de la experiencia visual. La sorpresa, la conmoción, o el enmudecimiento no pueden explicarse desde el modelo textual de análisis, ya que exceden a las palabras.
Otra de las características es el poder intrínseco que tienen las imágenes, configurándose como poderosos vehículos de transmisión de valores, creencias, ideas y emociones y provocando al mismo tiempo una inevitable activación (atención, emociones) en el espectador.
Por otro lado todos sabemos que las imágenes no tienen un significado único, tienen un carácter ambiguo y polisémico, ya que no todos vemos lo mismo cuando miramos. ¿Qué vemos cuando miramos?, ¿sólo vemos lo que sabemos? ¿Es posible ver más allá de nuestros saberes? Es cierto que nuestros saberes configuraran nuestra mirada pero también es posible hacer el camino a la inversa, que una imagen nos sugiera significados desconocidos e incluso que cuestione nuestros saberes.

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